El cine según Michael Chapman: director de fotografía de Taxi Driver
Michael Chapman llegó a Taxi Driver casi por azar. Scorsese no tenía grandes presupuestos para la dirección de fotografía y decidió confiar en un fotógrafo que todavía no era un hombre consagrado en la industria.
De todas formas ya tenía un cierto reconocimiento. Había trabajado por ejemplo con el director de fotografía Gordon Willis, en la película El Padrino (1972), y con el director de fotografía Bill Butler en Tiburón (1975), pero en ambas películas su labor era de operador de cámara, un puesto menor, en el que todavía no podía mostrar su gran potencial.
SPIELBERG, CHAPMAN Y BUTLER (Tiburón)
Su trabajo en Taxi Driver (1976) sería el primero de una lista de films que después lo consagrarían. La película de Martin Scorsese obtendría la palma de oro en Cannes, pero más que eso, sería, por sobre todo, la manera como toda una generación vería a ese Nueva York, turbio y violento, que a muchos cinéfilos nos costaría borrar de nuestras cabezas.
Scorsese y Chapman fotografiaron una ciudad oscura que sería la manera como todos entenderíamos Nueva York. Ya de esa ciudad queda muy poco, pero ese mundo sórdido que nos mostraron los cineastas norteamericanos, es parte de nuestro inconsciente colectivo, y eso solo lo pueden crear solo los grandes artistas del cine.
CHAPMAN (El Padrino)
Ya después de Taxi Driver, la dupla Chapman y Scorsese se fortalecería. Trabajarían en palabras de Chapman bajo el principio que la fotografía no debería ser hermosa, sino que apropiada. Es decir que la fotografía debería acompañar el argumento y fortalecer el desarrollo de la historia, por sobre todas las cosas.
DE NIRO (Taxi Driver)
En 1980 filmarían en blanco y negro, Toro Salvaje, que gracias al pulido trabajo artístico y la estética algo documental del film, sería otro gran acierto para los cineastas.
Uno de los logros fue la manera como la película enfrentó el tema del boxeo. Chapman debía estar dentro de la acción, dentro del ring, por petición expresa de Scorsese. El resultado de ese experimento les valdría varias nominaciones a los Oscar (mejor película, mejor director y mejor fotografía, entre otras). Y el triunfo en las categorías mejor actor (De Niro) y mejor montaje (Schoonmaker)
Ya después de Toro Salvaje, Chapman trabajaría como director de fotografía en decenas de películas e incluso sería director de cine. Uno de sus más recordados aportes, a fines de los años 80, sería el videoclip de Michael Jackson de la canción Bad, donde volvería a trabajar con Martin Scorsese, en un videoclip que sería uno de los más importantes y recordados del siglo XX.